Gork y la Tortuga

Continuación de lo acontecido en "Los lugares oscuros son para asuntos oscuros", el cual se puede leer en el siguiente link: https://clandyd.forosactivos.net/callejon-oscuro-f52/los-lugares-oscuros-son-para-asuntos-oscuros-t245.htm


Afortunadamente para "Terty la tortuga", Gork se encontraba rodeado de humanos. Si hubiese estado en su cueva en el bosque, donde conseguir comida era mas dificil, la tortuga hubiera sido rapidamente convertida en estofado. ¿Pero quien se conformaría con comer frutas secas teniendo bistecs jugosos a su alrededor?

Gork tomó a la tortuga se dirigió hacia el niño que gritaba y se agachó para estar mas a su altura.

Gork: ¿Quieres tu bocadillo, cría humana? Esta bien, puedes comértela tu, pero tienes que hacer algo por mi. Estoy buscando a alguien que me ayude con este mapa. Ayúdame a encontrarlo y podrás comerte la tortuga- dijo Gork, quien no entendía como alguien podía tener tan poca educación como para colocarle nombres a la comida, y encima uno como "Terty".

Niño: E... e... eee... el.... eeel...
El niño parecia querer intentar decir algo, eso o es que le había dado un ataque vocal, pero no te decia nada más que simples e..., cuando de repente el hombre que llebaba la espada se acerco al niño y a tí y dijo:
Hombre de la espada: Deja... ¡deja al niño! Si quieres ir hasta la piedra drakion, lo que debes hacer es ir... largarte ya hacia el camino boscoso, y luego encontrarás... y si sobrevives llegaras a la siguiente ciudad. Ahora camina... menea el culo hacia la ciudad
Te pareció que lo mejor que podías hacer era hirte ya, porque en esta ciudad parecian tener la gripe vocal, ni uno sabía hablar a derechas, empezabas a tenr miedo de que te infectaran alguna enfermedad...

Gork se levantó, dejando al niño con su tortuga, y miró al sujeto de la espada con aire enfadado. No le gustaba sus maneras, pero al menos le había dado las respuestas que quería, o al menos eso pensaba Gork.

Asique sin mas auntos que atender en esa triste e ignorante ciudad donde ni siquiera sabían hablar correctamente, caminó hacia la salida. Pero al pasar junto a Pedrito, el niño que anteriormente le había pedido el balón, pateó su pelota unos metros mas adelante y siguió caminando como si no se hubiera dado cuenta del pequeño objeto. Y cada vez que avanzaba, con sus grandes zancadas de ogro, pateaba el balón un poquito mas lejos.

En la primera oportunidad de meterse en un callejón donde no le pudieran ver, pateó el balón hacia allá y se metió en el, aguardando a que el niño viniera por su pelota.

Pasó le tiempo, y pasó, y pasó, y seguía pasando, pero el niño no venía, y tu te aburristes de esperar y empezar, y te entró una gran hambre de comer, ya empezabas ha ver a la gente como pollitos asaditos en su jugo...

Gork se limpió la baba que se le caía al pensar en degustar a la población de Eyra y decidió abandonar su plan. Salió del callejón y se dirigió a la entrada por la que había llegado, atento a cualquier oportunidad de conseguir alguna presa fácil y sin llamar mucho la atención.

El hambre lo estaba volviendo algo malhumorado y gruñón.

Y de repente necontrastes a dos chuletones recostados en la puerta la ciudad, y te decían: Comemeee, comemeee, aunque tu tenías "mucha" inteligencia, y sabias que lso chuletones eran lso guardias.

Gork no se lo pensó mucho o si lo hizo, lo hizo como un ogro piensa en este tipo de situaciones: buscó una roca cercana, algo grande que tuviese que usar ambas manos para alzarla, y acercandose a uno de los guardias, levanto el pesado objeto y lo dejó caer con todas sus fuerzas sobre su cabeza (la del guardia).

Lanzastes la piedra contra el guardía, algo que seguramente no deberías haber hecho, puesto que lo unico que lograstes es triturar el cadaver, despardigando trozos de organso por todos lados, te empapastes de sangre y y ahora todos te miraban, seguramente por el ruido de la piedra al caer en el suelo y el sonido de los organos chocando contra tí y contra el suelo...

Gork, miró alrededor, amenazante, mostrando sus colmillos afilados. Con el pequeño gesto de persuación de la roca, y a Gork este tipo de situaciones diplomáticas se le daban bien, había dejado bien claro su punto: no se metan con el ogro y corran mientras puedan!

Agarró uno de sus sacos y envolvió con el al otro guardia, asegurandose que los objetos filosos, como una lanza, no fuesen parte del botín.

Pudistes ver a un montón de rostros temblorosos y con cara de terror, y de repente, para tu sorpresa, el hombre de la espada se lanzó cnotra tí gritando: ¡Muerte al traidooor!

Gork se dio media vuelta al escuchar el grito del humano que se avalanzaba contra él y no pudo menos que sonreir pues su día acababa de mejorar. Llevó su mano al mango de su garrote y golpeó con él un par de veces el suelo, pausadamente, como relajando su propio brazo antes del combate pero insitando a la vez a su enemigo, desafiándolo; y en todo momento no apartó la mirada del humano, a quien esperaba para asestarle un mortal golpe.

Gork: Ven aqui, basura humana. ¡Ven a que te aplaste como a una rata! ¡Te partiré el craneo en dos!- vociferó entre gruñidos.

El humano se avalanzó contra tí, y tu lo lanzastes a unos cuantos metros de distancias, golpeandolo con la pared. De repente todos los ciudadanos de la ciudad te rodearon.
Vale, son más debiles que tú, pero unos 50 humanso que había (con las prisas no te pusistes a contarlos) que se abalanzen contra tí no hiba ha ser fácil...

Gork se vio sorprendido por la rapidez en que los humanos habían reaccionado y formado a su alrededor, sin contar la muestra de coraje que exhibían. No estaban corriendo despavoridos como Gork había visto decenas de veces antes, ni mucho menos huyeron a avisar a la guardia de la ciudad, no se escondieron en sus casitas a abrazar a sus familias o asegurarse de que estaban todos a salvo. No, ellos estaban dispuestos a pelear, a sacrificarse, a no volver a ver a sus seres amados si era necesario, con tal de proteger el bien común. No eran guerreros, pero sin duda tenían su corazón bien puesto y poseían una disciplina que les había permitido organizarse y rodear al ogro en sólo un instante.

Gork sujetó el saco con el guardia con fuerzas y mantenía su garrote dispuesto a descargarlo sobre el primero que se lanzara contra él. Sus musculos estaban tensos y sus sentidos alertas, sabía que la diferencia numérica hacía esta una batalla desfavorable (si bien sólo podía medir el número de humanos como "muchos").

La mejor arma que un ogro podía tener, el miedo, no había tenido efecto alguno sobre los lugareños, por lo que retrocedió lentamente hacia la salida, sin apartar la vista de la gente. Quizás, con un poco de suerte, lograría darse a la huida. Y es que en el fondo, y por lo que había presenciado, Gork empezaba a dudar que estos humanos no fuesen guerreros.

Si eran como las personas que habían matado a su familia, entonces su mejor oportunidad era mantenerlos a raya hasta estar en una posición que le permitiese salir de aquel lugar.

Estaba claro que los humanos tenían algo de miedo, se podía ver en sus caras, pero mantenían la postura. A lo cual, dijo una persona: "¿Qué quieres maldito?. ¿Que quieres en nuesta ciudad, ser asqueroso?" Y ante esa palabra todos los humanos empezaro a gritar al mismo tiempo, no entendías ni pipa lo que decían, a lo que de repente sale Pedro, del anillo de humanos que te encerraban, y se puso delante tuya, diciendo: "'¡Esperar! ¿Porqué le atacáis?"

Gork estaba abriendo la boca para decir algo, cuando la cría humana de la pelota salió entre la multitud. De alguna manera aquel mocoso no se asustaba por el ogro, lo que en Gork producía una mezcla extraña de sentimientos. No estaba seguro si quería llevarselo de mascota o comerselo, pero sin duda que agradecía el breve respiro que le otorgaba.


Quiero postear algo mas, pero necesito saber ciertas cosas antes: ¿las personas me rodean completamente en un círculo cerrado o hay alguna abertura por la cual pueda pasar? ¿que tan lejos esta la salida? imagino que cerca pues estoy donde estaban los guardias. ¿Las personas estan armadas con algo? ¿Me permites conservar la pelota del niño? ¿que tan lejos esta el niño de mi? ¿que tan lejos estan las personas?

Espero tus respuestas para continuar mi acción.

Gork se quedó aturdido mirando al niño interponerse entre él y la turba de campesinos furibundos. ¿Acaso se había vuelto completamente loco? Hace solo unos momentos atras el ogro había pensado llevarselo como bocadillo y ahora la comida ingenuamente le estaba protegiendo.

Claro que por su mente las cosas pasaron un tanto diferentes. Al principio se sorprendió de ver al niño allí y su primer instinto fue meterlo al saco, cosa que no hizo pues estaba demasiado atento a su alrededor. Las imagenes se cruzaban en su memoria de manera errática evocando aquellos tiempos lejanos cuando los humanos habían eliminado a su familia. Se recordó despertando bruscamente y a su madre gritandole a él y a su hermano para que salieran de allí...

Entonces pensó en agarrar al pequeño del pescuezo y usarlo de rehén o escudo, pero había algo en aquel niño que se lo impedía y repelía aquella idea que en cualquier otra ocasión la habría realizado sin dudar: el niño le estaba ayudando. El pequeño no le temía y eso produjo en Gork un sentimiento que hacía mucho tiempo no sentía. Las imagenes se volvieron a fusionar y volvía a estar en aquel fatídico día en que los héroes humanos habían invadido su hogar y exterminado a todos sin oportunidad. El ataque había sido rápido y fulminante, Gork y su familia apenas habían tenido tiempo de reaccionar. Se recordó a si mismo huyendo con su hermano por las camaras subterraneas de la cueva, mientras escuchaba los rugidos de sus padres que quedaban atrás enfrentandose con furia a los invasores. Los recuerdos saltaban a momentos despues, cuando para escapar, Gork debía pasar por una estrecha abertura que daba hacia la superficie, pero debido a su tamaño corporal era demasiado dificultoso cruzar. No había tiempo, los humanos les habían alcanzado y no había manera de que los dos ogros pudieran salvarse. Entonces su hermano dio un paso adelante y ordenó con un gruñido a Gork de que saliera. El hermano entonces cubrió la salida con una roca y se lanzó contras los héroes humanos con sus armas que resplandecían en la oscuridad y poderosas armaduras manchada con la sangre de los adultos ogros que habían eliminado.
Fue la ultima vez que lo vio y del otro lado del muro de piedra pudo escuchar sus alaridos de dolor al ser atravesado por las armas encantadas.

Pero ahora estaba de vuelta en la entrada de Eyra, rodeado por la muchedumbre y protegido unicamente por el valor, la ingenuidad o la estupides de un niño. Se le hizo un nudo en el estomago. ¿Cariño? ¿Familiaridad? ¿Culpa? No, no era nada de eso y Gork no lo podía explicar.

Miró a su alrededor una vez más, al cadaver del guardia que yacía repartido por toda la entrada, la roca que ahora ocupaba su lugar y entonces recién comprendió aquello que siempre había sido evidente para toda Eyra: entrar a la ciudad no era una buena idea si eres un Ogro.

Sólo parecía haber una solución posible: abrirse paso con sus puños y dientes. Sus músculos se tensaron bajo su piel. Los humanos tendrían que hacer el primer movimiento y cuando lo hicieran el embestiría y los arrollaría para pasar y cruzar la ciudad de una carrera. Parecía ser la unica manera, a menos que el pequeño realmente lograra algo con su brava acción.

Ciertamente no era el mejor de los planes, pero era una genialidad cuando eres un ogro.