Hay un molino de agua al noroeste de la Colina de Bree, en las orillas del pequeño río que delimita la ciudad. Todo el mundo lleva la harina al molino ya que se ven forzados a admitir a regañadientes que el molinero hace un buen trabajo.
El molino no es particularmente grande pero es amplio para las necesidades de Bree. Sus enormes piedras de moler fueron hechas por los mejores artesanos en su tiempo. El grano es molido mediante la acción trituradora de las piedras de moler y el molinero ajusta cuidadosamente la intensidad según la densidad del grano.