Beowulf:
Un guardia te conduce escaleras abajo hacia un piso subterraneo. Las paredes son de piedra y a lo largo de un unico pasillo hay varias puertas de madera. Unas son claramente celdas, lo que se deduce de la ventanilla de barrotes que hay a la altura de los ojos humanos, otras dos puertas en cambio son completamente de madera y no tienes forma de saber que pueda haber en su interior.
El guardia, quien lleva una lampara en su mano para poder iluminar el lóbrego pasillo va caminando detras de ti hasta que se detiene ante una puerta.
- Estarás aqui hasta mañana al medio día. Debes entender Beowulf que no puedes seguir con esa actitud. ¿Hasta cuando vas a meterte en problemas? solías se un buen tipo...- el guardia interrumpió sus palabras, extrajo un manojo de llaves y seleccionando una la introdujo en el cerrojo, abriendo la puerta. Luego la cerró detras de ti y le oyes retirarse por el pasillo y luego por la escalera.
La celda era un reducido cuarto de 2x2 metros. Todo de piedra, frío y húmedo. Sin ningun tipo de acondicionamiento para dormir. Lo unico en la habitación es una cubeta de madera que por el olor su uso resulta obvio.
Sobre tu cabeza hay una ventanilla pequeña que da al exterior. Calculas que con algo de esfuerzo podrías caber por allí, pero está protegida por barrotes metalicos.
En este minuto no te llega luz directa por esa ventana, pero alcanzas a ver el cielo azul de la tarde. La celda está muy oscura, pero después de un tiempo tus ojos empiezan a adaptarse.